
Adhesión inmutable a los envases de vidrio
Todo pasa, todo cambia, todos los precios bajan. Hace quinientos años, las cuentas de vidrio compraron a Cortés el paso a tierras mayas, y ahora las joyas de vidrio son más baratas que el café de alta calidad. Hubo un tiempo en que los frascos de vidrio eran privilegio de los perfumistas de la corte, y más tarde, los frascos de vidrio más comunes se llenaban de leche fresca y aparecían todas las mañanas en los porches de las casas de los suburbios.
La época dorada del vidrio ha terminado; por razones bastante obvias y razonables, cada vez más se sustituye por el plástico. A pesar del constante "vaivén" de tendencias y materiales, siempre habrá quien no podrá resistirse a los envases de vidrio.
La razón por la que el vidrio ha tenido éxito en muchas industrias durante miles de años se debe a sus características físicas y estéticas:
- Brillo y transparencia que hacen del envase de vidrio una decoración en sí mismo;
- El vidrio es higiénico, químicamente neutro, capaz de conservar el sabor y el olor inicial del producto y proporciona una fuerte protección contra los efectos dañinos de la luz solar;
- Las botellas y viales de vidrio hacen que los clientes asuman inconscientemente las propiedades medicinales superiores del producto que contienen;
- Respetuoso con el medio ambiente: los envases de vidrio son reutilizables y reciclables y se pueden separar fácilmente de otro tipo de residuos.
Al mismo tiempo, el vidrio sólo tiene dos desventajas importantes: fragilidad y coste (especialmente en el transporte debido a su elevado peso). Algunas personas añaden a esta lista posibles defectos de fabricación y peso unitario. Sin embargo, los defectos aparecen en todo tipo de envases. La masividad, a su vez, parece ser tratada como solidez en la percepción de los clientes, lo que constituye una gran ventaja.